Defina “erotismo”.
El erotismo es una manera de afrontar la vida. Si la vida no te excita, mejor dar el siguiente paso.
¿Sigue siendo -o ha sido alguna vez- revolucionario escribir sobre sexo?
Revolucionario es escribir como Henry Miller, Rimbaud o Umbral, y que las palabras suden y se retuerzan en un inacabable orgasmo estético y sensorial. Los tres autores que nombro están ya muertos. No sé si esto responde a la pregunta.
Relacione estas dos palabras: “sexo” y “soledad”.
Eso ya lo hizo, mejor de lo que yo jamás pudiera, Javier Krahe en esa joya de tonada que es “Mi mano en pena”.
Veo en “Erosionados” un punto común entre diferentes autores y poemas: la presencia del silencio y de la oscuridad. ¿A usted qué le parece?
Las diversas prácticas amatorias a que nos entregamos los humanos es de lo poco que aún podemos mantener a salvo del generalizado ansia de visibilidad de la sociedad actual. De ahí, intuyo, esa querencia por la oscuridad y el silencio. Por eso, quizás, escribimos algunos sobre sexo: para iluminar y gritar, a todo el que quiera mirar y escuchar, que el sexo, como el empleo que hacemos de las mal llamadas redes sociales, no nos hace distintos a los demás. Por muy bizarro y retorcido que pueda ser.
En “Erosionados” hay 25 autoras y 23 autores. ¿Cree que importa el género en la literatura (y en general)?
A mí sí me importa, y me alegra que en esta antología haya más autoras que autores.
¿Es el erotismo un tema importante en su poética? ¿por qué?
Creo que ya lo he dicho. La vida en sí es erótica y no me interesa escribir sobre muertos.
Aunque la literatura erótica no es ninguna novedad, en los últimos años hemos visto un auge en la publicación de este tipo de literatura. ¿A qué cree que es debido?
No sé qué entiendes tú por literatura erótica. Espero que no sea la abrumadora producción en serie de best sellers en que se pretende epatar, transgredir o escandalizar juntando frases a las que se asoman los labios inferiores de una virgo somnolienta o la asimetría funesta de un falo sin jugo. Si es a eso a lo que haces referencia hablamos, nuevamente, como con el resto de la “literatura” de consumo masivo, de mercado puro y duro. Más duro que el pene y más puro que la vagina con que realmente hay que escribir las páginas memorables de la verdadera literatura. Para responder la pregunta de manera directa: creo que el exceso de publicaciones orientadas a desorientar los sueños húmedos de varones y hembras, a día de hoy, responde únicamente a una necesidad comercial de alimentar la idiocia y el puritanismo generalizado, agotados ya los otros temas básicos de este mercado editorial que nos domina porque sabe lo que necesita el público (¡ojo!, digo público, no lectores): drogas, violencia, etc. Un lector que no piensa es un cliente que moldear a tu antojo.
Este libro surge del deseo de la editorial Origami de publicar una antología de poesía erótica. Origami es una pequeña editorial independiente que, en sus dos años de vida, se ha especializado en la poesía y ya cuenta con un importante plantel de autores. ¿Qué supone para usted publicar en esta editorial?
Tal vez recuperar la esperanza de que la literatura y lo bien hecho pueden llegar a retrotraerse a los tiempos en que eran alimento espiritual y no detritus alimenticio.
Hay barras de bar y minibares en este poemario. ¿Es importante el alcohol para seducir? ¿Por qué flirteamos en los bares?
Dicen que el alcohol desinhibe.
Hay barras de bar y minibares en este poemario. ¿Es importante el alcohol para escribir? ¿Por qué recitamos en los bares?
Dicen que el alcohol desinhibe.
¿Mecanografiado o a mano?
El sexo, a mano.
¿Por qué accedió a participar en esta antología?
Por el honor de formar parte de un volumen que reúne a escritores que creen en lo que hacen y no en lo que renta.
¿Por qué la habitación de un hotel?
La habitación de un hotel es ese hogar ficticio en que nos internamos para dar rienda suelta a todo aquello que no podemos (o no queremos, o no nos dejan, o no queremos que nos dejen) hacer en el hogar verdadero, el del día a día, como fumar sin abrir la ventana, utilizar sales de baño costosas, o acometer un cuerpo ajeno como si de verdad te importase algo lo que éste sienta ante tus torpes embestidas.
¿Qué se pone para escribir?
Un vino.
¿Sabe su mascota que (y qué) escribe?
Que escribo lo tiene claro. Qué escribo, intuyo que lo intuye. Y tal vez le agrade más que a los que pulsan el “me gusta” del facebook. Al menos se encuentra más cómodo en mi regazo cuando intento dar forma a mis pensamientos.
¿Qué le inspira la fotografía de Julia D. Velázquez que ilustra la portada de “Erosionados”?
Una pausada, aletargada, dilatada noche de hotel.
¿Es la poesía una forma de perversión?
A día de hoy, cualquier manera de expresión sincera y descarnada es una perversión de lo concreto y mínimo que intentan traguemos como vida.
¿Por qué seguir escribiendo?
Porque escribir tal vez sea la más erótica de las actividades a que podemos entregarnos en solitario.
Me ha gustado mucho tu última respuesta.
ResponderEliminarEn relación a lo que comentas de la literatura que se está publicando estos últimos años tengo que decir que estoy de acuerdo contigo. Sólo he leído uno de estos libros y tuve suficiente. En mi opinión se están cargando el género...
Besos!