Y sus pezones se sonrojaron
cuando le dije al oído de tu ser:
serpiente de fósforo que fulge
incandescente
hasta iluminar su glande.
Sintió que una pequeña gota
de semen asomó por fin:
delfín que flota y salta de tu flujo y
reflujo,
de la marea de placeres que invadía
tus caderas
sin estructura.
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