de Algún día llegaremos a la luna. Fundación Jorge Guillén, 2008.
Esto, que me quede claro, que no significa nada,
ha sido abrazarte como un niño en el sofá,
esperar a que termine la película,
y te he besado en los labios lentamente.
He cubierto tu cuerpo de caricias,
he surcado con mis manos tu cintura,
recorrido cada poro de tu cuerpo
con mis labios.
Y me abrazabas
mientras me iba deshaciendo de tu ropa,
mientras iba descubriendo tu hermosura
en plenitud.
Esto, después de diez meses de sueños
y cinco de intentos negados,
me queda claro, no ha sido nada.
Pero es lo que tiene liarse con un poeta,
que luego lo cuenta, y por escrito.
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