The bedroom used by Little Edie after her mother died. A single light bulb hangs in a bird cage above the bed. |
Esta
prisión de escuchar
cómo
dos, que quieren ser uno,
hacen
y deshacen el amor
a
su manera, sin bromear.
Ese
no pensar en el ataúd
en
el que estoy yo,
inyectándome
las agujas del reloj,
para
que el tiempo se quede
dentro
de mí y pueda domarlo,
hacer
perpetua la musicalidad
del
placer ajeno.
Este
silencio impaciente
que
viene cuando el mundo se ha acabado.
Esos
alaridos que superan todo
lo
que la filosofía ha intentado explicar
a
lo largo de su historia muerta.
He estado leyendo varios textos y los felicito a todos, muy buena calidad. Un abrazo, desde Colombia
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