En la soledad del orgasmo,
la masturbación es voraz y cutánea.
[Cierro los ojos y veo mi lengua circunvalando tus labios.
Cambio una y otra vez de pierna,
como de sentido en la autopista]
La soledad del orgasmo en la oficina,
en el salón,
en el probador de unos grandes almacenes.
[Cierro los ojos y veo cómo mi carne entra en tu carne.
El sexo es eso,
el amor, todo lo demás]
La soledad del orgasmo en un sillón
o bajo la luz cenital del cuarto de baño.
[Cierro los ojos e irrigo tu sexo
con la alcachofa de la ducha.
Tu placer licuado se va por el sumidero.
El mío,
con el rugir acuático de la cisterna]
Ahora sí me siento jodidamente eléctrico,
Ahora sí, mi próstata es un nido de anguilas.
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