Me
mordiste la pierna en un arrebato de pasión. Estabas sobre mí a
punto para la invasión. Las propiedades de la suma te las dejo para
ti, yo soy más de letras y de humanismo pacifista.
Tienes
la mente fría.
Úsame,
pero con moderación, sin destrozarme el corazón, sin ataduras
estúpidas, sin rencores. Búscame en el polo norte, yo te daré
calor en tus noches disipadas de burbujas inútiles. Bésame, pues no
lo haces lo suficiente, mente fría. Parece ser que eso significa
para ti algo más trascendental, algo que va más allá de lo íntimo.
No quiero nada de ti, sólo encuentros dispares en ocasiones
contadas.
Ahora
sigo con la invasión, estás encima de mí y me muerdes la boca,
pero sigues sin besarme, me rehúyes constantemente, y yo tampoco te
busco. Me dejo llevar como la corriente electrizante que recorre
nuestros cuerpos semidesnudos. No hay apenas pasión, no hay sabores
ni olores peculiares, todo es aséptico, frío, inconsciente.
Madura mente fría, madura. Soy toda una mujer, pero tú no te has
dado cuenta.
Me he identificado mucho.
ResponderEliminarGracias, cuando me pasa esto, espontánea, me nace una sonrisa que tengo que agradecer.
Gracias rakelakela por tu comentario, un saludo ;)
ResponderEliminarOcasiones en que ese cuerpo es solo eso, un cuerpo. Y entonces extraño los besos..
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