Embriagad estos adentros que por vos reclaman, traspasadme efímera en el tormento, atravesad la vulva y penetrad profundo, hundid en el éxtasis la falacia que un falo provocare. Tomad mi entrañas, de ellas hartaos que estéril le soy; mis senos secos por vuestra boca los pezones reclaman, hinchados, de vuestros dientes adustos esperan, vehementes que a vuestra lengua árida la sed sacien; y mi cuerpo que falto al tacto vuestro marchita, acariciadle en encrespado crepúsculo, flagelándole del cuello a los pies.
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