miércoles, 10 de julio de 2013

Triste Jodienda. Cristina Ocaña





Mierda, nunca sé cómo empezar un poema.
Y no entiendo de métrica ni de esta jodienda.
Entiendo de jodienda.
Cansada de polvos
absurdos,
decidí emigrar como las golondrinas
a un país más cálido.
Atravesé ciudades, países y continentes,
deseando encontrar unos ojos rasgados y una piel
color aceituna,
que me jodiera mejor que tú.
No entiendo de poemas,
entiendo de pollas hostiles;
de desplantes, de inútiles
expertos en joderme.
Cuando decidí despegar del hastío de nuestros encuentros,
la tierra por fin giró.
Me reí de tu despedida
para siempre.
Adiós amor, espero que encuentres a otra
que te la coma con descaro y pleitesía.
Yo estaré revolcándome con mi moreno
de ojos rasgados,
fundiéndome en el trópico.

OK. NO PROBLEM. CUÍDATE.

2 comentarios:

  1. Precioso. Jodidamente hermoso. Sí.

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  2. Pollas hostiles...
    Inútiles expertos en joderte...
    Que te la coma con descaro y pleitesía...
    Creo que, en mi más modesta opinión, estás hablando de psicología y cerebros. Ejem.

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