Mierda,
nunca sé cómo empezar un poema.
Y no
entiendo de métrica ni de esta jodienda.
Entiendo
de jodienda.
Cansada
de polvos
absurdos,
decidí
emigrar como las golondrinas
a un
país más cálido.
Atravesé
ciudades, países y continentes,
deseando
encontrar unos ojos rasgados y una piel
color
aceituna,
que me
jodiera mejor que tú.
No
entiendo de poemas,
entiendo
de pollas hostiles;
de
desplantes, de inútiles
expertos
en joderme.
Cuando
decidí despegar del hastío de nuestros encuentros,
la
tierra por fin giró.
Me reí
de tu despedida
para
siempre.
Adiós
amor, espero que encuentres a otra
que te
la coma con descaro y pleitesía.
Yo
estaré revolcándome con mi moreno
de
ojos rasgados,
fundiéndome
en el trópico.
OK. NO
PROBLEM. CUÍDATE.
Precioso. Jodidamente hermoso. Sí.
ResponderEliminarPollas hostiles...
ResponderEliminarInútiles expertos en joderte...
Que te la coma con descaro y pleitesía...
Creo que, en mi más modesta opinión, estás hablando de psicología y cerebros. Ejem.