pie,
pedazo
de carne y hueso
piedazo
piedad
portazo
diste
un portazo tras de ti
y
en mi cuarto quedó
eco
preciado
cuero dentro de tanto cuero
una
bolita de tipo militar con pasadores oscuros
pierdón
perdón
pero
ya te habías ido
una
puerta
dos
puertas
5
segundos
primer
portazo, segundo
uno
fuerte, otro leve
yo
me quedé inmóvil
viendo
tus pies sosteniendo tal escándalo
palabras
y gritos que no entendí
hasta
que te vi
pequeña,
en la vereda
desde
mi ventana, de espaldas
corriendo
con tus pies como dos hormigas
pierdón
prometo
priecaución
pero ya no estabas
uno
tras otro
y
otro delante de otro,
pie
encabalgado hasta la calle
escalón
tras escalón
golpes
secos en la escalera
rápido,
fue rápido
3
escalones por segundo
no
me dio tiempo ni a encender un cigarrillo
y
pensármelo bien eso de ir tras tus pasos
pies
sumidos en la confusión
presumidos
marcharon,
tú
y ellos, ellos contigo, frío inevitable
tú
llevabas un abrigo hasta la rodilla
ellos
medias gruesas color beige y cuero, mucho cuero.
vestimentas
necesarias para
la
imprevisible lluvia de otoño
ahora
que llueve
escribo
¿dónde andarás
pisando
charcos, desparramándolos
o
salpicando transeúntes
que
esperan en las esquinas?
¿hasta
dónde huirás
hasta
dónde
con
tu castigo?
tu
castigo es el mío
pierfecto
cumplen
tu cometido
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