I'm
a cam Girl, chica inquieta y coqueta a la vez. Siempre estoy
dispuesta, abierta 24 horas, sin descanso, cobro por horas, por
fracciones de minuto, por fracciones de segundo. Pagada por horas,
horas aburridas repitiendo un patrón. Te anhelo, sé que solo quieres
una cosa de mí, que me muestre sexy, picarona, desnuda ante ti. Pero
mi trabajo me apasiona y te espero, te espero impaciente.
I'm
a cam Girl y pinto mis labios con un rouge salvaje y desaforado, que
no pega nada con mi cara de niña buena transformada con maquillaje
de teatro. Soy tu prostíbulo de las 19.30, hora inamovible por tu
mirada escrutadora de voyeur.
Pagas la conexión y aparezco como una rosa en primavera, fresca,
mojada por el rocío de la mañana. Soy tu musa perfecta, tu ninfa,
la única mujer que no te falla. Mientras dure la conexión degustaré
una piruleta en forma de corazón, con fruición, con lascivia,
dejando que mi lengua, implacable, distraída, juguetee con ella para
que tú sueñes e imagines que recorro tu sexo caliente.
I'm
a cam Girl y me pides un tributo por esa conexión. Debo llevar
picardías que se entremezclen con tus estados de ánimo y con la
belleza de los días que pasan. Los lunes son negros, porque negra es
tu alma. Los martes son verdes como esas manzanas ácidas, verdes,
porque aún hay esperanza de que quieras algo más de mí. Los
miércoles son naranjas y pasionales, los jueves azules y algo fríos
como tus labios que no puedo besar. Los viernes rojos y sexys en los
cuales me fumo un cigarrillo largo, cual prostituta esperando un
gemido. Los sábados son rosas con cierto encanto infantil, con lazos
del mismo color en mis trenzas. Y por último los domingos toca
desnudarse de blanco, porque llevo un camisón romántico con flores
rojas enredadas en mi pelo, tristes peonías que se marchitan en mi
cabello.
I'm
a cam Girl, y visto perlas del pacífico bellas y abrumadoras.
Diamantes de Tiffany's tan brillantes como la luna. Esmeraldas
dispares como los mares del sur y rubíes tan rojos como la manzana
de la bella durmiente. Nunca fui engañada pues jamás un hombre de
verdad se enamoró de mí. Yo juego con tu destino, voy tejiendo
finos hilos de colores y como Penélope a la mañana siguiente
deshago el entuerto. Intento descifrar lo que esconden tus ojos
infinitos, pero no puedo, no puedo descubrir el abismo insondable que
hay en ellos.
I’m
a cam Girl, I’m a cam Girl, I’m a cam Girl.
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